"No es posible asegurar el futuro. Sólo es posible perder el presente" -Ivan Klima-

martes, 23 de agosto de 2011

Conversaciones con mi peluquero I

Ayer fui a mi cita periódica bimensual con mi peluquero. A decir verdad es un barbero-peluquero a la antigua usanza. De los que aprendió el oficio a los quince años y lo perfeccionó a las afuertas de París durante unos años para ganarse las habichuelas.

Ahora casi nadie va al peluquero. Todos mis amigos van al estilista. Yo no. Sigo acudiendo a mi antigua peluquería desde hace más de quince años, con mi entrañable semi-jubilado peluquero, que me deleita siempre con alguna conversación cargada de aquella sabiduría del que ha pasado muchos soles en contacto con la humanidad.

Pero ayer era un día diferente. No fui solo sino que llevé también a mi pequeño, que ya tiene un año y medio, a estrenarse con mi fiel peluquero. Me preguntaba cómo se las ingeniaría para meter la máquina y la tijera al pequeño que no para de moverse ni un instante. Pero lo logró en apenas unos minutos, con la pericia que da la experiencia y con trucos propios de un ilusionista o mago que primero te genera confianza con alguna pequeña treta, luego te hace fijar la atención en otro lugar y voilà, como por arte de magia la tijera volaba con certeros tijeretazos entre el movimiento incesante de aquella cabecita curiosa e inquieta por la novedad.

Cuando terminó me contó una anédota que le ocurrió en una ocasión con un cliente. Era maestro de escuela y durante una conversación en la que mi peluquero le comentaba la dificultad que tiene cortarle el pelo a un niño pequeño, el maestro le dijo que eso no era nada, que él no se podía hacer una idea de lo difícil que era su profesión, con veinte niños en una clase. Eso sí que era complicado, no cortarle el pelo a un niño.

Mi peluquero que, aunque humilde, también tiene su orgullo, me contó que se sintió herido por el comentario del maestro y le retó por el menosprecio que sintió por sus palabras hacia su oficio, diciéndole: "Pues si crees que lo que yo hago es fácil, yo te digo que tú no eres capaz ni de escribir tu nombre en un papel". El maestro cogió un bolígrafo y cuando se disponía a escribir incrédulo su nombre en el papel, mi peluquero empezó a mover el papel de un lado a otro sin que pudiese apenas garabatearlo. Ahora imaginate que el bolígrafo son unas tijeras y el papel una cabeza...

Ya dice un proverbio chino que "la verdadera sabiduría consiste en saber que se sabe lo que se sabe y saber que no se sabe lo que no se sabe".

"No hay nada nuevo bajo el sol, pero cuántas cosas viejas hay que no conocemos"
-Ambrose Bierce-

miércoles, 27 de abril de 2011

Cara a cara: Rivales o enemigos.



Este mes de abril tiene un trending topic (en términos twitteros) o tema puntero, que son los diferentes enfrentamientos entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid en las diversas competiciones en las que participan (Liga, Copa y Champions League).
El azar les ha cruzado a los dos en cuatro ocasiones en un plazo de apenas un mes. Y esa casualidad, coincidencia y serendipia (que ambos equipos no buscaban pero se alegraron de encontrarse frente a frente) ha sido recibida con los brazos abiertos por todos, o casi todos los aficionados, hambrientos de emociones en momentos en los que el día a día no nos tiene acostumbrados a grandes alegrías. Así que el mes de abril anestesiante está servido...

Por todo eso, le hemos dado la bienvenida y le hemos abierto las puertas al enésimo partido del siglo, esta vez en fascículos, para dosificar las emociones y esperanzas.

Por desgracia, en algunas ocasiones también ha intensificado las frustraciones y tensiones, despertando lo peor que alguno llevaba dentro...  llegando ambos entrenadores a enzarzarse en una lucha dialéctica, y deleitándonos con perlas como que "Mourinho es el puto amo" (Pep Guardiola), en tono irónico y por primera vez en la temporada, agresivo, llegando a espetar amenazante "¡Eh 'Jose' aquí estoy!", al estilo de "eso no me lo dices en la calle (o en el campo)" y llegando a entrar al trapo a las provocaciones del portugués. Y la diplomacia y las buenas formas se fueron de vacaciones por una y otra parte. Ya decía el periodista norteamericano Ambrose Bierce: "habla cuando estés enfadado y harás el mejor discurso que tengas que lamentar".
Bien es cierto que el señor Guardiola (por no tutearle) ha aguantado bastante a un Mourinho que lleva toda la temporada haciendo amigos, y buscando enemigos donde no los había (los árbitros, el calendario, la hierba, etc.), cuando por fin ha descubierto que el enemigo era el "juego del Barça", y ha empezado a jugar sus cartas para conseguir derrotarlo, equilibrando las fuerzas también en el terreno de juego.

En cualquier caso, se hizo bueno aquello que dijo el ex-futbolista escocés Bill Shankly de que “el fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso". Cuando eso sucede, el deporte pierde su esencia y adquiere un efecto perverso muy peligroso para la higiene mental.

Así que esperemos presenciar una rivalidad cuerda, en la cual el contrario te hace mejor, y no peor. Una contienda en la cual no existan enemigos sino rivales, deporte y espectáculo y no batallas mediáticas ni polítizadas.

Yo cumpliré aquello que aprendí de las sabias palabras: "cuando ganes habla poco. Cuando pierdas, aún menos".

"Nunca permitas que la presión de competir
sea mayor que el placer de competir"
-Jim Rodgers-

martes, 29 de marzo de 2011

Maratón inaugural política

Ayer día 28 de marzo era el último día para que los políticos pudieran inaugurar o visitar las obras o servicios de diferentes proyectos en marcha (hasta las 0:00 horas del 29 de marzo), según dictó la JEC (Junta Electoral Central). Este hecho ha provocado en los últimos días un sinfín de cortes de cintas, colocaciones de primeras piedras y descubrimientos de placas a contrarreloj en busca del voto indeciso... y de la foto de precampaña (con cara de satisfacción del deber cumplido).

Se ha llegado al punto de perder la vergüenza e inaugurar aeropuertos sin aviones y sin actividad, como el caso del Aeropuerto de Castellón, o repetir la inauguración hasta cuatro veces en pocos días de un mismo hospital en Asturias (aunque no entrará en funcionamiento hasta dentro de un año). Sin comentarios.

Y como a algunos les cuesta encontrar mayores y mejores logros durante la legislatura, han optado por inaugurar cualquier cosa, como un tramo de carretera o de bulevar, hospitales en obras, prolongaciones de lineas de metro, reapertura de museos ya existentes, ampliaciones de guarderías, y hasta alguno ha dado por bueno inaugurar la maqueta (del futuro hospital de Ontinyent en Valencia), a falta de edificio real. Por rocambolesco que parezca, se ha inaugurado hasta un Centro de Cría en Cautividad del Lince Ibérico, en Zarza de Granadilla (Cáceres).

Y es que como leía por ahí, hasta el repintado de un muro vale para reinaugurarlo. La cuestión es que si ayer lunes, buscabas a algún dirigente autonómico o local en su puesto de trabajo, estabas apañado, ya que estaban en otros menesteres maratonianos "in extremis".

Así que el que esté libre de mayorías absolutas que ponga la primera piedra, que todo suma y nunca se sabe... a lo mejor los ciudadanos, por aquello del "efecto de recencia" (recordar lo último), se olvidan de golpe de los últimos cuatro años y te ofrecen su voto por que le inauguraron una maqueta chulísima en su ciudad...

Ya dijo Talleyrand hace más de dos siglos que "nadie puede sospechar cuántas idioteces políticas se han evitado gracias a la falta de dinero". Y eso que estamos en crisis. Con dinero, a alguno igual le hubiera dado por tirar fuegos artificiales para inaugurar el parque de la esquina.


"El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que él predijo"
-Winston Churchill-

martes, 22 de marzo de 2011

Hace muchos años que tengo 20 años

Cantaba Serrat "fa vint anys que tinc vint anys" (hace 20 años que tengo 20 años). Y a algunos casi se nos puede aplicar... pero no nos damos ni cuenta de que el tiempo ha pasado, y ya no eres el jovenzuelo que creías que serías para siempre.

Hace poco tiempo, en un encuentro de viejos amigos, salimos a cenar y a tomar algo, cuando nos encontramos en la cola de un local para entrar, hasta que llegó nuestro turno, y nos encontramos a un portero que nos escrutó de arriba a abajo durante unos segundos hasta que pronunció las fatídicas palabras: "Creo que este no es un lugar adecuado para vosotros, aquí todos son jóvenes de 18 a 20 años..." y para reafirmar su argumento, siguió "Es que no os lo vais a pasar bien...". Después de esas palabras y tras agradecerle la sinceridad, salimos de la cola con la cruda sensación de que ya no estábamos para según qué trotes... y que pese a que nos resistamos, el entorno nos lo va a recordar...

Y aunque por un momento caí en la tentación de creer que "cualquier tiempo pasado fue mejor", enseguida la sustituí mentalmente por aquella que decían Les Luthiers de "cualquier tiempo pasado fue... anterior", que siempre me ha gustado más.

Me he dado cuenta que hacer deporte ha pasado de ser una diversión y un lugar de encuentro con amigos a ser una pura necesidad para desoxidar las articulaciones y la musculatura; que veo más deporte del que practico cuando antes era al revés; que cuando salgo por la noche, me paso dos días para recuperarme; que cuando miraba coches para cambiar mi viejo volkswagen lo hice pensando en las prestaciones que tendría el nuevo para llevar al niño y su cochecito; que ahora no me preocupa limpiar el coche por dentro y que siempre tendré trozos de galleta en el asiento trasero; que cuando me cae la baba del niño en la camisa, ya no me la cambio; que salir a la calle supone montar una infraestructura más compleja que una operación de las fuerzas especiales; que no voy al cine desde que estrenaron Pulp Fiction... y que la próxima vez que vaya será para ver alguna de Disney; que antes me preocupaba dónde hacer un posgrado y ahora me preocupa a qué "escoleta" irá mi hijo, etc.

En definitiva, que la vida tal como la conocía se ha convertido en otra, con otros puntos de mira, y otras prioridades... y hace que te tengas que reinventar, y que a parte de las cuestiones e incomodidades logísticas anteriores, evidentemente, compensa, y te hacen ver el mundo con otros ojos, quizá más serenos (por fuerza), y desaprender lo aprendido para volver a empezar una nueva y gozosa realidad asumiendo los cambios y gestionándolos en la medida de lo posible.

Y vuelves a pasar de la juventud a la niñez. Es como una vuelta a empezar, en la que coprotagonizas la película en la que el pequeño diablillo que te ocupa las horas y rutinas diarias vive intensamente su historia, absorviendo a cada momento la esencia de cada instante, y haciéndote cómplice de cada descubrimiento te atrapa en un estado permanente de admiración por las cosas más sencillas y nimias de la vida.

¿Qué hay más poderoso que eso para vivir en un entorno adverso de crisis permanente? Los problemas se relativizan con mayor facilidad y se contagia aquello que el director de la orquesta filarmónica de Boston Benjamin Zander llamaba "Shining eyes" (ojos brillantes). Definía el éxito en términos de cuántos ojos brillantes tenemos a nuestro alrededor, de cómo sómos capaces de contagiar ese buen rollo a los que tenemos al lado.

Y todo eso hace que cuando juego a ser adulto, no me olvide nunca de que todos necesitamos tener los ojos brillantes de tanto en tanto. De las enfermedades contagiosas de los pequeños, esta es la mejor de todas. Yo ya estoy contagiado.

domingo, 20 de febrero de 2011

El plan de choque contra el desempleo

Ahora que la situación laboral nacional obliga a reformular y reformar las políticas activas de empleo, es labor de cada comunidad autónoma interpretar y aplicar el llamado plan de choque contra el desempleo, que en palabras del Ministro de Trabajo e Inmigración supondrá la reforma más ambiciosa de los últimos 20 años.

El plan de choque contra el desempleo en Baleares, a mi juicio, peca de precipitado (y en gran parte de improvisado), en parte debido a la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales. Hay que coser los rotos del pantalón para estar presentables para el examen del 22 de mayo, aunque sea con prisas. Pero el problema es que los ciudadanos desempleados no son pantalones rotos, aunque sí tengan prisa.

En este caso, como en casi todos, me acuerdo de la metáfora del mecánico. Había un taller mecánico con un cartel en la puerta que rezaba "Se ofrece un servicio Barato, Rápido, Bien Hecho (pero sólo dos de las tres)". Es decir, si quieres que sea barato y rápido, no estará bien hecho, si quieres que sea barato y bien hecho, no será rápido, y si quieres que sea rápido y bien hecho, no será barato.

En este caso parece que tiene que ser rápido... ahora veremos cuánto dinero se va a aportar y cómo se podrá utilizar para que la ecuación salga, y esté bien hecho.

El peligro es intentar aplicar una reforma tan ambiciosa, como indica el Ministro de Trabajo, en tan breve espacio de tiempo, pudiendo dejar demasiados puntos a la improvisación.

En cualquier caso, el plan, que en clave política y social supone la reducción de 10.000 personas de las estadísticas de desempleados de Baleares (que es de 90.736  personas en enero) no es cualquier tontería, reducir un 11% el paro en Baleares de una tacada no está mal (bienvenido sea). El tema es cómo y hasta cuándo, y si las medidas, enmarcadas en la reforma de las Políticas Activas de Empleo, van a generar valor a los desempleados a medio y largo plazo (es decir, van a aumentar su capacidad de conseguir un empleo futuro), y si van a fomentar la contratación por parte del tejido empresarial.

Es un tema de sostenibilidad (ahora que está tan de moda el término). La duda es si este cambio, a todas luces precipitado, pero seguro que bienintencionado, será sostenible en el tiempo, obtendrá los resultados esperados y será de largo recorrido, o por el contrario, supondrá un parche en una rueda que se desinfla un poco más a cada pedalada.

Lo que es seguro es que todos los técnicos y profesionales que forman parte de los agentes implicados en gestionar y aplicar las medidas y proyectos de las políticas activas de empleo lo seguirán haciendo con la mayor de sus dedicaciones, y con vocación de servir a los ciudadanos, sobre todo a aquellos que son más vulnerables en estos momentos.

lunes, 31 de enero de 2011

Aquí "no" estuvo Chopin


Hoy conocíamos la noticia del juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma que dictaba una sentencia que afirmaba que el pianista polaco Fréderic Chopin, que vivió durante un invierno con su mujer, George Sand en Mallorca, lo hizo en una celda de la cartuja de Valldemossa diferente a la que actualmente visitan los turistas y que, además, exhibe un piano que Chopin nunca tocó.

Parece que informaciones que no se tuvieron en cuenta contradicen la creencia de que habitó en la celda número 4 en lugar de la celda número 2. Además, según la sentencia, el piano, publicitado como el que tocó Chopin en su día con el nombre de "pobre piano mallorquín", no es contemporáneo al artista y fue construido en la década de los años 50 del siglo XIX, por lo que es imposible que fuese tocado por Chopin...

Vamos, que llevamos haciendo turismo de un sitio que no era y de un piano que tampoco... y todo el mundo se pone las manos en la cabeza indignado por la noticia.

Bueno, en Transilvania (Rumanía) venden entradas al castillo de Drácula...  famoso por la creencia de que había sido el hogar de Vlad Draculea en el siglo XV. Sin embargo, no hay evidencias de que viviera allí en persona y, según la mayoría de versiones, pasó sólo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra. Además, Drácula no era un vampiro, sino un empalador malvado.

Seguro que cuando nos vendían trozos el muro de Berlín, eran de la obra de la esquina...

Y es que nada es lo que parece... o sí.

"Lo que oigáis, lo que veáis... nada es lo que parece"
Al Pacino (La Prueba)

sábado, 29 de enero de 2011

Yo lo veo así (Parte II): Un día perfecto.

Sigo observando a mi hijo de 10 meses con atención en sus pequeños (y grandes al mismo tiempo) pasos evolutivos... desconcertado por momentos, otras veces totalmente confundido, pero siempre con asombro y totalmente entusiasmado. Es curioso ver, por ejemplo como constantemente coge objetos que deja caer incesantemente... hecho que acaba por desesperar al Santo Job, hasta que te das cuenta que lo repite una y otra vez para descubrir el espacio (medir visualmente la distancia que recorre el objeto, descubrir auditivamente los diferentes sonidos, descubrir la relación causa-efecto, etc.), y no para fastidiarnos.

En cualquiera de los casos, como casi todos los bebés, contagia esa energía vital ("Élan vital" que llamaba Henri Bergson) que transmite ternura, pasión, entusiasmo... buen rollo. Y cómo nos pasa a la mayoría de los humanos, acabamos por perder ese Mojo que llamaba Austin Powers (ese aura que dirían los esotéricos) de manera gradual a medida que vamos perdiendo la libertad para seguir tirando objetos al suelo para ver cómo caen y oír como suenan sin que nadie lo recrimine.

Cuenta Benjamin Zander, director de la filarmónica de Boston, una anécdota que le pasó en un bar mientras comía con un amigo. Cuando iba a comer le faltaba un cuchillo y llamó a la camarera al son de "I have a perfect live, but I don't have a knife" (tengo una vida perfecta pero no tengo un cuchillo). En la mesa de al lado una niña se tomó la expresión con mucha gracia. Al día siguiente volvió al bar y la niña volvía a estar allí con sus padres, y como ya se conocían, Zander le preguntó "¿Cómo estás hoy?", a lo que la niña respondió "¡Perfecto!". Y cuando se marchaba con sus padres Zander le dijo "Qué tengas un día perfecto", a lo que la niña respondió "Lo tendré".

Una pequeña niña entendió aquello que Zander transmitía, que era que no son tan importantes las circunstancias como lo que hacemos con ellas. Y por ello, en gran parte, tener un día perfecto, depende de tí mismo.

Intento no caer en la psicolabia (o palabrería pseudo-psicológica tendenciosa hacia la autoayuda) de predicar ver la botella medio llena pase lo que pase, sino de ver las cosas desde otro prisma para poder actuar de diferente forma, o actuar de diferente forma para acabar viendo las cosas desde otro prisma, si es que lo que veo no me gusta.

Quizá, parte de la clave radique en reactivar esa energía, esa pasión, esa curiosidad que los niños tienen y que muchos casi hemos perdido.

No se trata de ver la parte buena de lo malo, sino de ver oportunidades donde creemos (aparentemente) que no las hay, y generar aquellas conductas que nos conduzcan a llevarlas a la práctica. No hay actitud positiva sostenible si no va acompañada de lo que nos pase sin que tenga éxito real. No valen las palmaditas en la espalda si estamos al borde de la piscina y no sabemos nadar... . Otro debate será si es primero el huevo o la gallina, la actitud o lo que hacemos, cognición o conducta. En cualquier caso, una cosa debe acompañar a la otra.

Ríete para ser feliz o sé feliz y te reirás, o viceversa. En cualquier caso tendrás un día perfecto.

"Me gusta la gente que sabe de la importancia de la alegría y la predica.
La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.
La gente que nunca deja de ser aniñada.
Me gusta la gente que con su energía contagia"
-Mario Benedetti-